Cuando un emprendedor se lanza a poner en marcha su negocio deberá afrontar las diferentes fases de su creación y de la búsqueda de inversiones. ¿Cómo se lleva a cabo ese proceso? ¿Qué etapas y plazos se barajan?
Este post trata de dar respuesta a las preguntas planteadas y a otras que puedan surgir una vez iniciada la negociación para conseguir los fondos que se precisan.

Claves para lograr materializar las inversiones en la empresa

Son varios los teóricos que han desarrollado propuestas con el fin de que la negociación con los inversores potenciales llegue a buen puerto. Es una cuestión que también se aborda en foros como Keiretsu Forum, que conforma la mayor red internacional de inversores privados business angels, con un total de 53 sedes repartidas por 27 países de cuatro continentes diferentes.

Keiretsu Forum apuesta por ser rápidos, así como proactivos, en la negociación iniciada. Merece la pena recordar que esta y sus distintas fases contemplan unos tiempos y plazos. Cuando se sobrepasan, se corre el riesgo de fracasar y que la inversión no llegue a materializarse.

Lo importante es que la persona o entidad que planea invertir en un proyecto se convenza de hacerlo en el encuentro que mantenga con su promotor. La confianza es fundamental para continuar con el proceso de negociación. Si el tiempo pasa y no se ha conquistado al inversor, es muy probable que comience a tener dudas y ver pegas. También puede encontrar en ese periodo de tiempo otras iniciativas que lo convenzan más, y en las que acabe por invertir su dinero.

Las cuatro fases del proceso de negociación con inversores

El proceso de negociación con los inversores consta de un total de cuatro fases. Estas suelen prolongarse más tiempo del que el empresario probablemente desea y solo en casos excepcionales, cuando todo va bien, se reduce a menos de tres meses. Son las que se enumeran a continuación.

1. Fase inicial

El emprendedor es consciente de que precisa de un capital del que no dispone para sacar adelante su proyecto. Para ello, debe contactar con inversores potenciales a los que seducir con su idea. Lo ideal es tocar varias puertas por si las opciones de las que se dispone no prosperan. Esta fase del proceso, basada en rondas de inversiones, puede durar semanas o meses. Los foros de inversión aceleran este proceso.

Pronto llegarán las entrevistas para exponer la iniciativa. Los 30 primeros minutos son fundamentales . Para ello, es imprescindible preparar bien el encuentro. Saldrá adelante si los emprendedores saben qué es lo que quieren, tanto lo que están dispuestos a ceder como aquellos puntos que quedan fuera. También deben conocer lo suficiente al inversor en lo que se refiere a su motivación, sus puntos fuertes y débiles, etc.

2. Fase de análisis

También conocida con el nombre de screening, esta fase se basa en el análisis que el inversor o sus asesores llevan a cabo para valorar la propuesta del emprendedor. Puede prolongarse al abrigo de sucesivos encuentros.

En ellos, se han de formular las preguntas que sean convenientes y escuchar las argumentaciones que realiza el inversor potencial. Es importante compartir información, pero lo es aún más lograr datos y otros aspectos que resulten relevantes de la parte contraria.

Esta fase culmina con la carta de intenciones, en la que el inversor puede establecer unas condiciones.

3. Fase de negociación

La carta de intenciones da lugar a su apertura. En este texto se harán constar factores como los plazos necesarios para alcanzar el deseado acuerdo. En esta fase tiene lugar, asimismo, el denominado proceso de verificación. Permite al inversor comprobar la información facilitada por el empresario.

Es conveniente generar confianza para evitar sorpresas y dudas. Para ello, nada mejor que optar por la transparencia a la hora de poner sobre la mesa la información y las cifras que se requieran.

Es también el momento de fijar nuevas condiciones por ambas partes. Sus respectivas actitudes permitirán agilizar los tiempos o prolongarlos más de lo debido hasta cerrar el deseado acuerdo. El inversor puede desistir si encuentra dudas en el proyecto, desconfía de otros inversores, el emprendedor no lo convence, etc.

4. Fase de puesta en marcha

También es la fase de seguimiento, puesto que se realiza la inversión, se formaliza el acuerdo y se recurre a los mecanismos para seguir su posterior desarrollo. El inversor podrá, por tanto, tener presencia en las reuniones del consejo de administración y otros encuentros que se celebren en la firma.
La posible aparición de complicaciones o incumplimientos del acuerdo alcanzado podrían derivar en una ruptura de este. Supondría un fracaso, con sus consecuencias.

En definitiva, no existe una fórmula exacta sobre cuánto tiempo ha de llevar el proceso de búsqueda de inversiones, pero sí hay que tener muy en cuenta cada fase y sus objetivos para lograr que se desarrolle como se pretende. Es fundamental para alcanzar el resultado esperado.

o Publicado por: José Pérez Barrozo