Los proyectos empresariales dependen, en gran medida, de las aportaciones de capital. Estas no obedecen a una pauta unívoca, sino que son el resultado de la capacidad del emprendedor de defender su propuesta. Por ello, resulta imprescindible conocer los aspectos fundamentales que permiten captar una inversión con mayor facilidad.

Cinco componentes clave para los inversores

Para presentar una propuesta excelente en una ronda de financiación, hay que lograr algo que suele ser complicado. El emprendedor debe tratar de pensar como un inversor, lo que implica rebajar el optimismo. Aunque parezca demasiado exigente, no hay que olvidar la diferencia entre este perfil y el realista.

1. Innovación y diferenciación

Los proyectos más llamativos son aquellos que siguen la dirección opuesta a los demás. Esto va mucho más allá del sector o de la apuesta por la tecnología. En sí, esta es una cuestión relacionada con la mentalidad que se le impregna a la propuesta, de su ambición o de su factor emocional. Estas claves, por lo general, son complicadas de reflejar, pero un buen líder debe tener la aptitud para conocer cómo hacerlo.

2. Clientela y potencial de negocio

Otro de los factores que ha de cumplir un proyecto es su credibilidad. Las startups necesitan escoger un nicho de mercado al que realmente sean capaces de llegar. Demostrar esto también es difícil, aunque el trabajo previo en estudios y analíticas de negocio ayudará en ese aspecto. Esto, a su vez, permitirá conocer el valor que pueden alcanzar las acciones, un dato muy atractivo para los inversores.

3. Experiencia y trayectoria

Durante los últimos años, el número de emprendedores por debajo de los 30 años ha aumentado considerablemente, por lo que la edad no es un problema para abarcar grandes proyectos. No obstante, la trayectoria se examinará en profundidad, en cualquier caso, para detectar posibles deficiencias o carencias. Por ejemplo, que el líder del proyecto haya montado otros negocios sin éxito o no haya conseguido financiación anteriormente es visto como un inconveniente.

4. Búsqueda de talento

Los perfiles hiperespecializados están aumentando, sobre todo, en el ámbito de la tecnología. Como resultado, la búsqueda de talento se ha posicionado como un aspecto fundamental en las startups. Recientemente, los inversores también valoran de forma positiva la existencia de una estrategia de captación y retención de talento.

5. Capital sólido

Para que el proyecto sea creíble, el inversor no puede percibir que depende completamente de su capital. Por ello, disponer de, al menos, el 50 % del dinero necesario para emprender es primordial. El resto sí es posible obtenerlo de las rondas de financiación, pero no es adecuado que esta sea la única opción. Este es, quizá, el aspecto más relevante a la hora de presentar una startup.

¿Qué pasa con el proyecto empresarial?

Las cinco claves anteriores son las que dan forma al proyecto empresarial. Este ha de cumplir con ciertos requisitos para ser visto como una opción adecuada por los inversores. Lo más importante es que provenga de personas que sepan liderar y defender su propuesta en una ronda de financiación.

Otro de los aspectos que no hay que olvidar es la existencia de un plan de negocio correcto. Este no debe ser producto de unas previsiones excesivamente optimistas. Por ejemplo, es necesario saber demostrar que, incluso en momentos de crisis, hay planes para asegurar una mínima rentabilidad. Todo esto, además, sin reflejar la idea de que los resultados pueden ser negativos.

Hay que tener en cuenta que, día tras día, se crean nuevas startups. Por tanto, el líder y su equipo deben ser conscientes de la elevada competitividad que hay en el sector. Solo de este modo es posible construir un proyecto en el que la ambición y el realismo vayan de la mano. Eso sí, este binomio no puede parecer exagerado para no perder credibilidad.

¿Cómo puede influir el fundador de la startup?

Con todo lo anterior, ha quedado patente la dificultad de someterse a un foro de inversión. La solución para incrementar las probabilidades de éxito pasa por escoger un líder adecuad que tenga la capacidad de defender el proyecto y, ante todo, responder a las cuestiones más incómodas:

  • ¿Qué sucede si el negocio no encuentra su nicho de mercado?
  • ¿Cómo se actuará en medio del casi inevitable «valle de la muerte»?
  • ¿De dónde provendrá el resto del capital cuando sea necesario?

Solo un fundador que sepa buscar las fortalezas y trabajar sobre las debilidades de su propuesta será considerado un buen líder. Esto, a ojos de los inversores, que buscan opciones estables para aportar su capital. Cuando se trata de una startup, esta solidez está opacada por la incertidumbre. Por lo tanto, una óptima defensa cobra todavía más relevancia.

En definitiva, captar inversión es una cuestión exigente que, por suerte, obedece a ciertos principios básicos. Cumplirlos es vital para que la presentación del negocio sea una apuesta decidida, firme y exitosa. Inevitablemente, los fundadores de startups necesitan convertirse en líderes para llevar su proyecto a lo más alto.

Redactado por: JosÈ PÈrez Barrozo