Invertir en las startups españolas se ha convertido en una alternativa que goza de cada vez más éxito. Los inversores han comprobado que no solo es una opción rentable, sino que también se traduce en diferentes ventajas de las que pueden disfrutar desde el primer día. El auge que viven en la actualidad a nivel estatal este tipo de empresas ligadas a las nuevas tecnologías es otro de los motivos que atraen la atención de quienes participan en foros de inversión.
Ventajas de invertir en startups españolas
Las startups que ven la luz en España no cesan de atraer inversiones que les permiten crecer en cada una de sus fases. ¿Por qué los inversores fijan su atención en ellas a la hora de buscar un proyecto que los convenza? Los beneficios de los que gozan resultan cruciales en su elección. Estos son de distinto tipo, aunque todos resultan igual de atractivos.
Beneficios fiscales
Los incentivos fiscales que se contemplan a la hora de invertir en una empresa de estas características suelen ser decisivos. La Ley 35/2006 establece una deducción en el IRPF del 20 % del capital que se invierta a la hora de adquirir acciones o participaciones. Se debe tener en cuenta que la base máxima de deducción se fija en 50 000 euros por año.
Este ahorro fiscal que existente a nivel estatal es superior al que se ha aprobado para otras inversiones. No es de extrañar que la balanza se incline a favor de las ideas de negocio de reciente creación ligadas a las tecnologías.
A esta ventaja hay que añadir las que existan a nivel autonómico. Las deducciones previstas por cada comunidad autónoma son complementarias de la primera, con lo que los beneficios fiscales no dejan de ser especialmente interesantes.
Transmisión de acciones
Otra ventaja es la ligada a la transmisión de las acciones o participaciones que el inversor haya adquirido. Si las ganancias que este obtenga se reinvierten en el denominado ecosistema del emprendedor, quedarán exentas del correspondiente gravamen. Así se recoge en la Ley 14/30. En este texto legislativo se fija un plazo de un año para materializar la debida reinversión, que puede ser total o parcial. En este último caso, se aplicará la exención sobre únicamente la parte que se reinvierta.
La escalabilidad
Las startups son empresas que se caracterizan por ser escalables, es decir, incluyen en su particular ADN un gran potencial de desarrollo. Este viene marcado, además, por su rapidez. No es el único punto positivo que merece ser tenido en cuenta. Su alto rendimiento conlleva un bajo riesgo.
La tasa de retorno, que oscila, por lo general, entre el 20 y el 30 %, representa otro atractivo nada despreciable, lo mismo que el bajo coste que suponen.
Impulso a la economía del país
Más allá de los beneficios para el inversor, no hay que olvidar los que tienen para la economía de España. Al fin y al cabo, estas compañías emergentes contribuyen a la generación de riqueza y de empleo, tanto directo como indirecto. De este modo, quien apoye a los emprendedores podrá tener la satisfacción de saber que aporta su particular granito de arena a la recuperación económica del país.
¿Cuándo se comienza a disfrutar de sus beneficios?
No se puede hablar de un plazo concreto para que el inversor comience a disfrutar de los beneficios económicos que le reportará su participación en las nuevas iniciativas empresariales. Dependerá de su marcha y del grado de éxito que esta tenga en el mercado.
Puede hacerse una estimación que iría de los cinco a los ocho años. A esta aproximación sobre el retorno, habría que sumar la del porcentaje de rentabilidad, que también dependerá de la viabilidad del proyecto, de su ventaja competitiva y de su grado de aceptación en el mercado, entre otros factores.
El volumen de inversión en startups no deja de crecer en España
La mejor garantía de que esta es una inversión acertada viene dada por las últimas cifras hechas públicas a nivel estatal. Las startups españolas han alcanzado durante los nueve primeros meses de 2021 alrededor de 2600 millones de euros. Esto supone el triple del volumen de inversión que se registró a lo largo de todo el año 2020.
A la vista de estos datos, España se sitúa en el sexto puesto en el ranking europeo de financiación a este tipo de empresas e incluso adelanta a Suiza. El crecimiento supone un auténtico récord, equiparable al del potencial que ostentan hoy por hoy estas firmas tecnológicas.
En resumen, invertir en el talento empresarial que representan estas nuevas compañías se traduce en importantes ventajas. Por ello, cada vez son más quienes compran acciones o participaciones en ellas animados por su rentabilidad y el resto de beneficios de los que pueden disfrutar. Un foro como Keiretsu Forum es el espacio idóneo en el que las startups pueden darse a conocer y lograr el apoyo de inversores.
o Publicado por: José Pérez Barrozo